8 Julio 2011

Nuestro modelo de desarrollo beneficia al usuario
Poderosos intereses privados pugnan por cambiar el exitoso modelo eléctrico de Costa Rica

El éxito de nuestro modelo de desarrollo eléctrico está sustentado en estadísticas y datos, no en especulaciones o ideologías. Los logros del país en esta materia, en 60 años de arduo trabajo del ICE y las empresas distribuidoras son innegables: cobertura del 99,2%, cuarto lugar a nivel mundial en generación con fuentes renovables, 92%, bajas pérdidas en las redes y bajas tarifas.

De acuerdo con el informe más reciente de la Cepal: “Centroamérica: Estadísticas del Subsector Eléctrico”, nuestras tarifas residenciales e industriales son las más bajas de Centroamérica, contrario a lo que algunos afirman para justificar una mayor entrega de la generación eléctrica a los privados.

El caso de Honduras no es comparable pues el Gobierno subsidia las tarifas residenciales con el fin de paliar el impacto sobre la población, del enorme incremento en los precios del petróleo.

Ese país y Nicaragua, generan la tercera parte de su electricidad con combustibles fósiles. La generación con fuentes renovables en Centroamérica apenas llega al 61%, contra un 92% en Costa Rica.

Nuestras tarifas residenciales al año 2010 son un 34% más baratas que el promedio del resto de Centroamérica. Las de Guatemala y El Salvador son un 78% y 53% más altas. Las tarifas industriales en Costa Rica son un 48%, 32%, 16%, 14% y 5% menores que las de Guatemala, Nicaragua, Honduras, Panamá y El Salvador, respectivamente.

Los mayores costos se deben a que esos países privatizaron la generación y crearon mercados mayoristas, lo que ha llevado a un modelo basado en fuentes no renovables.

El generador privado es indiferente al tipo de proyecto o modelo de desarrollo, lo que le interesa es la utilidad. Las estadísticas de la Cepal muestran que esta tendencia se mantiene, pues la mayoría de las plantas construidas en Centroamérica en el 2009 fueron térmicas: expansión de la planta Talnique en El Salvador, dos turbinas de diésel del INDE en Guatemala, termoeléctrica Enersa en Honduras, expansión de las plantas térmicas de Gecsa en Nicaragua y las termoeléctricas del grupo GENA y Termocaribe en Panamá.

Contrariamente, Costa Rica sigue construyendo plantas con fuentes renovables, como Pirrís y Pailas en el 2011, y en los próximos 5 años se terminarán los proyectos Toro III, ampliación Cachí, Chucás, Torito, Capulín, Valle Central, Cubujuquí, Balsa Inferior, Reventazón y otros proyectos, con 1.000 MW adicionales de oferta de energía al sistema.

Besant-Jones, asesor del Banco Mundial, explica en su análisis “Reforming Power Markets in Developing Countries: What have we learned?”, (Set. 2006), que los mercados mayoristas no funcionan bien en sistemas pequeños como el nuestro, cuando se tratan de sustentar en fuentes renovables.

Tampoco son válidos los argumentos de que nuestros costos se han disparado en los últimos años, pues los mismos estudios de la Cepal revelan tendencias crecientes –lógicamente–, pero en todos los países, no solo en el nuestro.

Poderosos intereses privados pugnan por cambiar el exitoso modelo eléctrico de Costa Rica, argumentando razones sin mayor sustento para justificar una mayor privatización del millonario negocio de la generación eléctrica, hoy convertido en un fin en sí mismo, sin tomar en cuenta que se ponen en riesgo los logros alcanzados por el país en 60 años y que nos han llevado a ser un ejemplo a nivel mundial.

Carlos Solano Soto
Ingeniero, Coordinador Comisión Electricidad
Sindicato Ingenieros del ICE

http://www.nacion.com/2011-07-08/Opinion/nuestro-modelo-de-desarrollo-beneficia-al-usuario.aspx