22 Mayo 2012

Realidad de los precios de la electricidad

Óscar Herrera Cortés
Ingeniero

En un artículo publicado recientemente por el periódico El Financiero se afirma que los precios de la electricidad son más baratos en nuestro país que en Centroamérica, pero son más bajos en Suramérica.

Es necesaria una lectura cuidadosa de la fuente a la que dicho artículo hace referencia. La fuente es el reciente informe “La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe”, publicado por la CEPAL.

En este informe se mencionan algunas causas de los precios bajos en Suramérica, tales como una alta influencia de impuestos y subsidios, así como la estructura de la generación eléctrica y el tamaño de los mercados.

Como el artículo citado no profundiza sobre los países que tienen un precio menor y generaliza, podría dar la impresión de que en Suramérica los precios son menores.

Pero cuando se entra al detalle sobre las eventuales distorsiones del mercado, se puede ver que existen características específicas de algunos países que son particularmente estatistas y tienen políticas de subsidio directo a su industria.

Si se analiza con cuidado los datos de dicho informe, se nota que los países con el menor precio por KWH serían: Venezuela, Argentina, Paraguay, Perú y Bolivia. Son bien conocidas por todos las características ideológicas que acompañan a la mayoría de estos gobiernos. Pero para tomar los datos en perspectiva, el promedio de precio por KWH en América Latina es de $0,13, mientras que en estos países ronda entre $0,01 y $0,07.

No es claro cómo la industria eléctrica podría subsistir con precios tan bajos, sin estar acompañada al menos de una política agresiva de subsidios. Si volvemos la vista a Chile, donde los tres componentes principales del precio, Generación, Transmisión y Distribución & Comercialización (GTD&C) están en manos privadas, la tarifa eléctrica industrial media con impuestos ronda los $0,14.

Es razonable pensar que en la lista de países con precios más bajos estos están distorsionados por factores externos a los costos reales.

Sin embargo, hemos escuchado cómo sectores interesados en la apertura del mercado eléctrico en Costa Rica utilizan estos números con la particular intención de generar dudas sobre la eficiencia y capacidad de producción del ICE.

Participación privada. Otro aspecto importante a rescatar es la participación estatal y privada en la GTD&C. Los países en que estos componentes están mayormente en manos estatales son Cuba, Ecuador, Paraguay y Venezuela. Se ve que estos dos últimos también están en la lista de los más baratos, lo que confirma la correlación del precio subsidiado y las políticas de Estado.

Del otro lado de la acera tenemos a los más caros que encabezan la lista: República Dominicana, Brasil, El Salvador, Nicaragua y Colombia, con precios que van desde $0,17 hasta $0,28 por KWH.

Así mismo, volviendo a la participación privada de la GTD&C, se ve que Chile es el país más privatizado en este sentido, pues estos tres componentes están en manos privadas completamente. Le siguen República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y Panamá, en los cuales al menos uno de estos componentes está totalmente en manos privadas. Relacionando ambas listas vemos que aquí también existen coincidencias y Dominicana, El Salvador y Nicaragua son los países que conviven en las listas de los más caros y más privatizados.

Entonces queda en evidencia que no es que los precios en Costa Rica sean más caros que en Suramérica, sino que la realidad es que los precios en los países que han privatizado completamente alguno de los componentes de GTD&C terminan teniendo los precios más altos de la electricidad. La excepción a la regla es Chile, que ha planteado un modelo privado con tarifas promedio.

Ahora bien, salta la curiosidad por saber cómo está Costa Rica en esta lista, ya que el país es acusado por el sector industrial de tener tarifas altas. Según el citado estudio de CEPAL, el precio está en $0,13 por KWH, ligeramente inferior al de Chile. Esto confirma que el modelo eléctrico utilizado en nuestro país es eficiente, competitivo, accesible, con mejores precios que los de Sudamérica.

También es cierto que algunos sectores se ven tentados por capturar el sector eléctrico dentro de sus industrias productoras de dividendos y aumentar aún más sus ingresos, que muy probablemente sea a costa de la distribución de la riqueza, que seguiría su clara tendencia a concentrarse en pocas manos.

Es necesario estar atentos a estas insinuaciones que los grupos de poder nos susurran constantemente, para cuestionar la realidad con verdades a medias.

http://www.diarioextra.com/2012/mayo/22/opinion9.php